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Kickstories: Vans #44 Authentic

Cuando a principios de los setenta un grupo de californianos intentaron llevar los movimientos del surf al asfalto, no sabían que estaban creando algo más. La familia Van Doren tampoco sabía que estaba creando un imperio cuando en Marzo de 1966 inauguraba su propia tienda de zapatillas. Lo que la hacía diferente es que las fabricaban ellos mismos, una de las pocas marcas americanas que podían hacerlo. El cliente podía elegir un modelo y color, pasar el día en la playa y volver por la tarde a por sus zapatillas. Incluso podía llevar sus propias telas para fabricarlas con ellas. Con Converse copando el mercado deportivo, Vans se centró en hacerlas distintas y baratas.
Tony Alva y Stacy Peralta eran parte de los Z Boys, un grupo de skaters que le dio al patín a una subcultura propia. Aunque soñaban con zapatillas lujosas y caras, sólo podían permitirse Vans de 2.99$. A pesar de que más tarde fuera habitual verles con Dunks o Jordan I, e incluso sus propias marcas (Powell Peralta), el germen del skate está unido a esas Vans baratas de las que nadie recordaba el nombre (Deck Shoe #44) y que más tarde serían bautizadas como Vans Authentic.
Icono del punk americano, su elección como zapatilla barata pasó a ser una desconocida anécdota para las siguientes generaciones de subversivos adolescentes.

Kickstories: Nike Blazer

Si la Cortez fue la primera zapatilla de Nike y debía servir para correr, la primera zapatilla para jugar al baloncesto no comparte una historia tan interesante. Los fundadores de la marca, tenían relación con el atletismo, Phil Knight como corredor y Bowerman como entrenador. Además, Bowerman había entrenado equipos de fútbol americano. Pero poco sabían de baloncesto, sólo que era un mercado emergente. Nike era una marca de Oregón, un estado blanco, centrado en las carreras, un deporte blanco. Y el baloncesto era un deporte de negros.
En 1972 el baloncesto profesional, NBA y ABA, estaba repartido entre adidas (que hacía poco había explotado con la Superstar, la primera zapatilla de baloncesto realizada en piel) y Converse, que aún vivía del rédito de las Chuck Taylor. Nike para competir con ellas realizó un diseño sencillo, una silueta limpia y una suela vulcanizada con caña alta.
El modelo tuvo mucha visibilidad sobre todo por el modo de contratar jugadores de Nike. John Phillips fue el primer empleado negro de Nike. Él había conseguido que llevaran Blazers algunos de los Warriors que ganaron la NBA en 1975. Luego serían Elvin Hayes, Spencer Haywood, Rudy Tomjanovich, Alvan Adams, Phil Chenier, Charlie Scott, John Drew, Paul Silas, Lucius Allen y Austin Carr los que se sumaban a un colectivo que cobraban 2000$ anuales más la décima parte de un fondo común al que Nike contribuía con 20 centavos por cada zapatilla de baloncesto de su marca que se vendiera. La idea del «Club Profesional Nike» sería más exitoso que la zapatilla en sí.
Más tarde se convirtió en la zapatilla de George Gervin y de un primer Danny Ainge (que comparte lugar de nacimiento con Nike). La silueta fue cambiando, reforzando la puntera, o estilizando la silueta. El nombre de la zapatilla, Blazer, viene de una de las pocas cosas que Knight y Bowerman conocían del baloncesto, el equipo NBA de Oregón. La versión baja fue llamada Bruin por la universidad de UCLA.
La fiebre retro llegó hasta la Blazer con ganas de cambio. Puede que sea la única zapatilla de baloncesto con una versión para montaña, vintage (en la foto), para deportes de agua, skate, con zoom e incluso una actualización para jugar al baloncesto.
La historia curiosa toma tangencialmente a la Blazer como excusa. Michael Jordan suele contar que en su época como jugador de instituto y universidad, era un fanático de adidas. Sólo se decidió por Nike cuando adidas no mostró ningún interés por él. Una de las pocas fotos de la época del instituto en las que aparece con Nike, lo hace con las Blazer.

Kickstories: Nike Cortez

Los fundadores de Nike tenían mucha relación con el atletismo. Phil Knight era un (mediocre) corredor de mediofondo de la Universidad de Oregón con problemas para encontrar zapatillas para correr. Bill Bowerman no sólo era su entrenador sino que también era el culpable de exportar la moda del jogging desde Nueva Zelanda, un fenómeno que hizo que medio mundo saliera a correr a principios de los setenta. Uno de los primeros grupos de jogging auspiciados por Bill Bowerman lo entrenaba Geoff Hollister, un alumno de Bowerman con su misma afición por crear nuevos productos que mejoraran el rendimiento. (suyas son las acqua sock, vainqueur o el windrunner). Uno de los primerizos corredores de Hollister, su médico, le dijo en una ocasión que su zapatilla perfecta tendría la mediasuela de una de las chanclas de baño que solía usar. Después de algunas pruebas, Hollister y Bowerman creaban la primera zapatilla para correr con suela completa.
En aquellos momentos, Bowerman y Phil Knight se dedicaban a la importación de zapatillas Tiger (hoy Asics) desde Japón. Su idea de zapatilla con suela blanda llegó a las oficinas centrales y volvió convertida en la Tiger Cortez. Poco después llegaría la ruptura con Tiger, la creación de Nike y el reparto de patentes según la cual Boweman y Nike podrían seguir fabricando el modelo que habían creado bajo el paraguas de Tiger.
Aunque las primeras ediciones se realizaran en piel, pronto descubrieron que el nylon transpiraba mejor, y dejaron el serraje en las zonas de más desgaste. La Cortez (y su equivalente femenina, la Señorita Cortez) fueron un éxito de ventas y años más tarde se utilizaron para luchar contra las zapatillas de cuero de Reebok como modelo casual.
Nacida como un híbrido (con una zapatilla de baño), ha aceptado bien las mezclas con suela free e incluso air max 360. El nombre Cortez vino de una loca tormenta de ideas al estilo de la naciente Nike. La zapatilla adidas con la que debían competir se llamaba «Azteca». Alguien preguntó ¿cómo se llamaba aquél español que acabó con los aztecas?

Kickstories: adidas Stan Smith

Aunque el nombre actual es «Stan Smith», bien podría ser la adidas «Robert Haillet». A mediados de los 60, el tenista francés Haillet ponía su nombre en la primera zapatilla de tenis realizada en piel, con perforaciones en lugar de las habituales tiras. Haillet había colaborado en su diseño con el mismísimo Horst Dassler, el genio de las finanzas que además disfrutaba diseñando zapatillas como su padre Adi, fundador de adidas. Horst trabajaba en Francia y por eso tomó a Haillet, aunque cuando su carrera empezó a caer, un jugador norteamericano llamado Stan Smith fue el primero en usarlas. Era justo el momento en el que adidas intentaba entrar en Estados Unidos y a partir de los setenta le colocaron su nombre e imagen en la lengüeta. Los éxitos de la carrera de Stan Smith hicieron que las zapatillas se dieran a conocer entre el resto de jugadores, que la adoptaron como modelo básico.
Cuando la adidas Stan Smith abandonaron las pistas, se convirtieron en un clásico de las calles. Desde entonces, no puede hablarse de reediciones puntuales sino una producción continua en distintos colores y materiales. Pocas modelos pueden presumir de estar a la venta durante 40 años. Una de las ediciones más extrañas es la que llevó el mismo Stan Smith en Wimbledon, con suela adaptada a hierba y tres franjas en lugar de perforaciones.
Una curiosidad. La foto que decora la lengüeta fue tomada en el único momento en el que Stan Smith se afeitó el bigote, el resto de su vida la ha pasado con pelos bajo la nariz.

Kickstories: Nike Terra Humara

Peter Fogg es uno de los habituales de Nike ACG; de su cabeza salieron Zoom Steens, Goat, Ashiko Boot o la sandalia Water Cat. A finales del siglo pasado, en plena fiebre del diseño de Nike, comenzaba a escindirse de ACG una línea creada por Fogg llamada Terra, a mitad de camino entre la montaña y la ciudad. De ahí salieron Albis, Sertig o Goat. Y también la Terra Humara, una zapatilla que debía ser de trail running, aunque no fuera muy buena idea colocarle aire visible en un ambiente tan agresivo. De hecho, el relativo éxito que tuvo se basó en su uso sobre asfalto, adelantándose a la moda que comenzó poco después. Desde entonces ha ido reeditándose sin convertirse nunca en un gran vendedor, pero con la capacidad de dejar su estampa en nuevos híbridos. Una curiosidad es que, cuando Nike intentó entrar de nuevo en el mundo del skate poco después del año 2000, fue una de las opciones que se barajaron. Finalmente se eligió la Dunk porque era bastante dificil convertir la Terra Humara en una zapatilla con la que se pudiera patinar.
El nombre sí que tiene relación con las montañas. Los tarahumara son un pueblo indio mexicano que practicaban la carrera a pie de larga distancia como parte de su modo de caza y tradiciones (de hecho, algunos tarahumara defraudaron en pruebas de maratón porque les parecía un recorrido demasiado corto). Las sandalias que utilizaban los tarahumaras tienen un nombre que también sonará a los aficionados a las zapatillas: huaraches.

Kickstories: Nike Air Zoom Haven

Nike creó a mediados de los 80 una nueva categoría de calzado en la que, evidentemente, se situaban como líderes; el cross training, zapatillas que servían para varios deportes. El apabullante dominio de Nike dejó a otras marcas completamente fuera de ese mercado, pero esa ventaja le permitió adormecerse. Tanto que en los últimos años era complicado encontrar un modelo innovador. Ni siquiera era fácil encontrar una zapatilla de entrenamiento que útil para distintos deportes. Una zapatilla que sirva para cualquier disciplina debe tener en cuenta los movimientos laterales. Al menos tal y como se entendía el cross training en un principio, ya que desde que se creó la categoría a mediados de los ochenta, la línea había ido especializándose en zapatillas de entrenamiento para distintos deportes, beisbol, fútbol americano…En el año 2000 Richard Clark diseñó las Zoom Haven centrándose en una estructura plástica que rodeaba el pie, los cordones se ataban a través de la estructura,formando una caja que mantenía el pie ajustado. La amortiguación por zoom te mantenía cerca del suelo.
Creada en un momento en el que el cross training pasaba horas bajas, la Zoom Haven pasó sin hacer mucho ruido, aunque Junya Watanabe la eligiera para reeditarlas unos años después bajo su firma.

Kickstories: Nike Air Kukini



El principio del milenio llegó con nuevas ideas en el diseño. Todo debía ser plateado, tecnológico, que inspirara un futuro tal y como nos hacían creer las novelas de ciencia ficción. Sin embargo el año 2000 seguía siendo tan gris y tan poco volador como 1999. Si las Nike Presto tomaban su inspiración en la Sock Racer para una zapatilla a medio camino entre el rendimiento y la comodidad, la Air Kukini seguía el mismo camino. Ideada para triatlones, cambiaba los cordones por un entramado plástico que unido al botín de licra ajustaba a la perfección al pie. Lo que no terminaba de encajar era la unidad de aire visible en una zapatilla que en teoría eliminaba los cordones para ganar unos segundos en la transición de la bicicleta a la carrera a pie. De hecho, tuvo más éxito en las calles que en las pruebas. Sobre todo, en el espectacular color que recordaba su inspiración. Un último detalle, los Kukini eran unos guerreros hawaianos entrenados especificamente para ejercer de correo.

Kickstories: Nike Terminator

Nike creó las Dunk como zapatilla universitaria, las decoró con los colores de cada equipo y las convirtió en un mito. Pero la universidad de Georgetown pedía un trato especial. Su entrenador John Thompson fue el primero negro con peso en el organigrama de Nike y los diseñadores pensaron crearle una zapatilla. Tomaron modelos existentes para crear la Terminator en la que llamaba la atención que en el talón ponía HOYA. El problema era que Nike no tenía contrato alguno con la universidad y por lo tanto no podía usar el nombre que se asociaba a Georgetown para vender su material. Resultado, los jugadores siguieron llevando las Terminator HOYAS mientras el resto de los mortales nos conformamos con la versión en la que se leía NIKE. La Terminator aparecía en un anuncio clásico entre el resto de Dunks como zapatilla universitaria.
Aunque no fue el modelo que más llevaron, fue el más polémico porque además, un dibujo de la Terminator aparecía en la manga de las camisetas que algunos jugadores como Pat Ewing llevaban bajo la oficial. Un modo fácil de que todos supieran qué zapatillas llevaban incluso en los planos cortos.
Hoy, en plena moda retro High, vive una segunda juventud.

Kickstories: Nike Air Gauntlet

Desde finales de los 80, Nike había ido probando con diferentes sistemas para que la zapatilla fuera una segunda piel. El sistema huarache de botín de licra interior fue complicándose hasta morir por éxito en la Huarache Plus, demasiado arriesgada. En 1999 aparecía la Gauntlet, que mezclaba una parte delantera realizada en licra de 360º con talón segmentado y separado del resto de la zapatilla, con un clip que te permitía ajustarlo. La idea de Tobie Hatfield (el hermano de Tinker Hatfield es el creador del concepto Free, por ejemplo)era que las zapatillas, al tocar con el suelo cedían precisamente por el talón, por lo que la estructura completa de la zapatilla cambiaba. La realidad es que la Gauntlet se ajustaba como un guante (de ahí su nonmbre), pero no ofrecía ninguna protección a los movimientos laterales, acompañado por una mediasuela demasiado blanda.
Una de las habituales zapatillas revolucionarias de Nike que sirven como banco de pruebas. Eso sí, tenerlas en los pies te asegura un buen número de miradas.

Kickstories: Nike Air Zoom Seismic


Hay una razón para no creer la versión oficial de la historia que nos suelen dar las marcas. Todas, como en una especie de «1984» Orwelliano, se reescriben desde la actualidad. En pocos escritos de Nike verás los nombres de Rob Strasser y Peter Moore (aquellos que consiguieron que Jordan firmara por Nike) porque acabaron trabajando para adidas. Un nombre que tampoco está bien visto hoy día es el de Marion Jones, una atleta que era la sensación entre los velocistas con 15 años y que luego prefirió jugar al baloncesto en la Universidad de North Carolina. En su vuelta al atletismo, durante años fue la estrella del tartán hasta que las sospechas y luego la confirmación de su dopaje acabaron forzando su retirada e incluso una posterior entrada en la cárcel por mentir al tribunal que juzgaba el caso.
En en pleno fulgor mediático, Marion Jones aparecía en los anuncios de Nike
respondiendo a aquél «Role Model» de Charles Barkley e incluso en 1999 lanzaba su propio modelo. La Nike Air Zoom Seismic puede presumir de ser una zapatilla realizada para una atleta de elite que tenía una versión para chico. Aunque no se atrevieron a ponerle su firma, era la zapatilla de entrenamiento diseñada para Marion Jones. Además del zoom visible, se trataba de un botín elástico sólo protegido por tiras de plástico termosellado a los lados que actuaban como ojetera. Los cordones, como curiosidad, pasaban por el interior de la zapatilla, ya que no tenía lengüeta como tal. Unos años después se convirtió en objeto de lujo en Asia.