Por extraño que hoy suene, a finales de los ochenta adidas estaba olvidada. Aunque durante años había sido casi la única opción para jugar al baloncesto con la Superstar, pronto se convirtieron en una auténtica rareza. La NBA estaba dominada por Nike y Reebok, que en poco tiempo se había convertido en la marca más vendida.
adidas había perdido no sólo a su creador Adi Dassler, sino a su hijo Horst, el verdadero artífice de la explosión de adidas y la marca se había convertido en una eterna pelea entre clanes familiares y accionistas. Dos hombres llegaron entonces desde el otro lado del mundo para reflotar la compañía. O eso creían ellos, porque cuando llegaron a las oficinas centrales se vieron relegados a un cargo sin mucha importancia. Peter Moore y Rob Strasser quisieron recuperar el espíritu de adidas con una línea sencilla, sin estridencias y que sirviera para hacer deporte. Todo un cambio en una adidas centrada en la moda.
Volvieron a las 3 franjas como elemento identificador y separaron adidas Performance y Originals. Y dentro del rendimiento la colección tenía muy pocas referencias, todas ellas claramente identificables por los colores blanco, negro y gris y un diseño muy funcional. Unas zapatillas de baloncesto casi olvidadas, un modelo neutro y otro de controlo de pronación para correr y una de velocidad, que fue poco a poco ampliándose en otros deportes.
Aunque la mini colección no fue ningún éxito de ventas, sirvió para que adidas entendiera la diferencia entre moda y performance y supiera mirar al rendimiento como siempre lo había hecho. La separación entre las dos líneas con logotipos diferentes es sin duda la más conseguida de todas las marcas deportivas.
Quizás te suene el nombre de esos dos tipos que dieron la vuelta a adidas y consiguieron que la sede en Estados Unidos se situara en Oregón. Strasser y Moore trabajaron en Nike donde ficharon a un joven Jordan sobre el que construyeron toda su línea, consiguieron que el arquitecto Tinker Hatfield se dedicara a diseñar zapatillas o le dieron el impulso definitivo a la categoría del Cross Training antes de intentar crear su propia compañía. Y tuvieron tiempo de fracasar con Van Grack antes de inventar la adidas que hoy conocemos.

Kickstories: adidas Equipment Support
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