Kickstories: Jordan I

A mediados de los 80 Nike estaba herida de muerte. Las acciones bajaron hasta el mínimo de su historia y 400 trabajadores eran despedidos. La diversificación de productos le había llevado a otorgar licencias para ropa interior, vaqueros y cualquier cosa que diera dinero. En el baloncesto, habían conseguido hacerse un nombre, aunque fuera a costa de contratar a casi la mitad de jugadores de la NBA. Nike decidió apostar por un solo jugador, y éste fue Michael Jordan. Su primera zapatilla fue la que comenzó la fiebre «sneaker»; la primera vez que se deseaba una zapatilla.Pero la Jordan I no fue un modelo en el que Michael estuviera demasiado involucrado. De hecho, sólo era una variación de un modelo ya desarrollado, con los colores de su equipo y un nuevo logotipo, un buen y sencillo trabajo de Peter Moore, un hombre que luego sería olvidado porque acabó reflotando adidas. Ni siquiera se trataba de una zapatilla demasiado avanzada, y el mismo Frank Rudy, creador del concepto «Air» criticó que la bolsa de aire era tan pequeña que no era útil.
Un prototipo muy cercano al que salió al mercado fue mostrado a Michael en la reunión que decidió su fichaje por Nike, aunque Michael prefería los colores de North Carolina. Pero Moore no sólo se encargo del diseño del producto, sino del desarrollo de la campaña que la llevaría a convertirse en un fenómeno mediático. La primera vez que las vió en blanco, rojo y negro, Michael lo tuvo muy claro; no se pondría eso, no quería parecer un payaso. Peter Moore le pidió tiempo; 45 minutos para comprobar qué había tras el color. Si en ese tiempo la zapatilla no había conseguido ganarse a Michael, Peter Moore diseñaría otro modelo para él. En los entrenamientos, sus compañeros le decían que eran las zapatillas más feas que habían visto. Y eso es lo que quería Moore, que las miraran, que las tuvieran en sus ojos durante 45 minutos. Años mas tarde, Michael utilizaría la misma estrategia con su equipo de motociclismo, colocando unos colores poco usuales en un equipo de motociclismo. Y ganándose las mismas críticas. En realidad, Moore desconocía que en el baloncesto las zapatillas debían ser predominantemente blancas, y por eso les puso el color del equipo.

En sus primeros partidos con los Bulls, Michael llevó unas Airship, una zapatilla medianamente pesada para un escolta. Pronto apareció con las Air Jordan en negro y rojo, unas zapatillas que contravenían la norma de la NBA según la cual los jugadores de un mismo equipo debían llevar el mismo color de zapatillas. David Stern advirtió que una nueva violación llevaría a una multa de 1000$, una segunda, 5000$ y a partir de la tercera se sancionaría al equipo con pérdida de partidos. La multa la pagaría Nike, y les costaría mucho menos que el anuncio en el que decían que «sólo la NBA podía impedirte calzarte las nuevas zapatillas de Michael Jordan».Según dijo Stern años después, hasta su hija creía que era un imbécil por no permitir a Michael ponerse sus zapatillas. Finalmente Nike y NBA llegaron a un acuerdo para que Michael llevara un modelo predominantemente blanco. Pero la fiebre por las zapatillas negras y rojas ya había comenzado. Uno de esos pares permitidos por la NBA aparecieron unos años después, justo cuando Michael se disponía a jugar el que parecía ser su último partido en New York.

En la calle, los 65$ que valían no conseguían frenar la fiebre que desató. Se revendían por 100$. Se robaron los posters publicitarios de las paradas de autobús. Un joven director de cine, Spike Lee, las mostraba en «Nola Darling», una película en la que las Jordan de Mars Blackmon eran un personaje y no una parte del vestuario. El objetivo de Nike era que la línea Jordan llegara a los 3 millones $. En su primer año había llegado a los 130 millones.En realidad, las zapatillas con las que Michael jugó su segunda temporada no eran las que podían adquirirse en las tiendas. Después de la lesión en el pie, Nike creó un híbrido que mezclaba las Jordan I con la más avanzada suela de la Jordan II.
Diez años después Nike reeditaba el modelo aunque esta vez fue un sonoro fracaso. A partir de ahí, se ha convertido en la zapatilla con más peticiones de reedición, y una de las más veces reeditada. Aunque la más buscada es aquella primera por la que un comprador pagó, en 1997, 10 millones de yens. Los primeros prototipos en negro y dorado (luego habría una edición retro en estos colores), la primera edición «black toe» o una variación en «canvas» llamada AJKO son los tesoros que pocos encuentran.Pero todo esto no le ha librado de que el «sneaker guru» Bobbito Garcia la nombrara una de las peores zapatillas de los 80.

5 pensamientos en “Kickstories: Jordan I

  1. r-villalobos

    No tanto, a lo mejor no lo lei en el momento en el que lo publicaste, creo que fue por el 2007, cuando estaba en mi «sneaker-rehab» (decidí que fue suficiente cuando me compre unos AF1 invisible woman, solo para guardarlos)

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