Kickstories: Jordan VII



La historia del diseño de zapatillas había pasado por encima sobre las inspiraciones. Sí, algunas Tiger se crearon después de que el fundador de la marca, Kichahiro Onitsuka viera en el pulpo un método para mantenerse pegado al suelo, pero se trataba de ideas más funcionales que de inspiraciones.

Tinker Hatfield había hablado de coches en la Jordan IV y aviones en la V. De algún modo, hablaba de velocidad, iniciando el camino. En la VII iba por un camino muy diferente. De hecho, Tinker Hatfield estaba muy lejos del deporte cuando surgió la idea para la Jordan VII. Tan lejos como una tienda de discos. Porque allí es donde vio un póster de Afropop en el que una guitarra se fundía con la silueta de África. Recuerda que 1992 fue también el año en el que se estrenó Malcolm X, una película de Spike Lee que unió a gran parte del estrellato negro norteamericano. Magic Johnson, Janet Jackson o Arsenio Hall decidieron poner dinero de su propio bolsillo para financiar el biopic del líder musulmán. Michael Jordan, relacionado desde el primero momento con Spike Lee, no solo le apoyó financieramente, sino que se dejó ver con la ubicua gorra con la X. Era un momento de celebración de la negritud, de vuelta a los orígenes, y ese cartel de África llegó en el momento adecuado.

Hatfield intentó conseguir aquél póster sin mucho éxito, hasta que utilizó el último recurso; anunciar que estaba trabajando en el diseño de la próxima zapatilla de Michael Jordan, lo que cambió por completo la situación…aunque eso no le libró de pagar 15$ por él. El afrocentrismo del diseño implicaba, por primera vez, un base cultural diferente.

El lado funcional estaba íntimamente relacionado con otro trabajo de Hatfield, la línea Huarache, con un botín interior de licra. El tobillo, como en las Huarache, quedaba muy poco protegido dejando para otros elementos los detalles del estilo Jordan. Por ejemplo, era la primera vez que no aparecía ni un sola referencia a Nike en la zapatilla (sí lo hacía en la caja). Y como no, la puntera estaba completamente desnuda, al gusto de su majestad. Algunos de los colorways estaban decorados con estampados tribales, que además, eran diferentes en cada zapatilla, convirtiendo cada lengüeta en un material único.

El primer color que vimos fue un extraño gris/negro/burdeos, diferente a cualquier combinación que hubiéramos visto antes. Justo cuando Jordan había conseguido que las zapatillas negras fueran la norma, él se pasaba al gris. Fue un color que apareció solo durante el All Star Game. Y fue también la zapatilla con la que jugó en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. Entre sus momentos más brillantes calzando las Jordan VII está la asombrosa racha de 6 triples en dos cuartos ante Portland que concluyó con un gesto a la cámara.

La Jordan VII fue la primera que fue un absoluto éxito comercial más allá de Estados Unidos. Y precisamente el hacerla tan visible hace también que algunos la recuerden con un cariño especial. También apareció con ellas en los primeros anuncios con Bugs Bunny, que incluso tuvo una versión especial de las «Hare Jordan» y en «Jam», el videoclip que compartió con Michael Jordan.

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