Kickstories: Jordan VIII

Cada diseño tiene sentido en un momento dado y la Jordan VIII puede que sea el caso más extremo. Tinker Hatfield había diseñado la Air Raid, una zapatilla de baloncesto de calle, y tomó algunas de esas ideas para la nueva Jordan. Si la VII era minimalista en sus formas, la VIII era la respuesta maximalista. Piezas extras, varios volúmenes, materiales exagerados en la lengüeta y las dos tiras que cruzaban la zapatilla para darle una estructura. De hecho, ese era el elemento más claramente heredado del baloncesto de calle. Y puede que sea también el elemento más criticado. La estructura Huarache que ya situó en la Jordan anterior, ahora se aumentaba para mayor confort, las distintas capas de piel le daban mucha durabilidad, pero a cambio era poco transpirable.

En este caso no había una clara inspiración en el diseño, pero dos piezas de la VIII pasaron a ser características claves. Por una parte, el Jumpman enmarcado en un circulo de chenilla en la lengüeta. Por otra, la placa rígida de la mediasuela decorada con un entramado gráfico. El resultado fue la Jordan más pesada.


El Tinker Hatfield de hoy día no está orgulloso de este diseño. El único avance significativo quedaba lejos de la vista. La AJVIII seguía lo que Hatfield llamó «Jordan Manifesto», un plan maestro para que Nike siguiera creciendo en el baloncesto creando una marca independiente, algo que ya habían iniciado Strasser y Moore en la AJII. La actitud barroca, con dosis extra de detalles tuvo su momento en aquél 1993 pero hoy queda trasnochado.
Jordan tampoco mostró demasiado entusiasmo por la Jordan VIII a pesar de ser las zapatillas de su primer 3peat. Es habitual verle con retros y sin embargo, es muy complicado verle de nuevo con estas VIII. En la cancha, las estrenó en el All Star Game en un color que se salía de toda norma y que se convirtió en su color fetiche, «aqua» y originalmente fue producida en cantidades reducidas y solo tres colores (blanco, negro para playoffs y aqua).

Las ediciones retro no se han cebado con esta Jordan, que tuvo una versión especial para Kobe Bryant en una época en la que no tenía contrato con ninguna marca y otra para Ray Allen.

La campaña publicitaria original siguió tirando de Bugs Bunny en un anuncio que acabaría siendo profético. Preguntaban ¿quién había robado las Air Jordan? sin saber que unos meses después Michael se retiraría.

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