Kickstories: Nike Air Foamposite One/Pro

La historia oficial cuenta que el encargado de diseñar la zapatilla para Penny Hardaway era Eric Avar, que además de algunas otras Penny, también trabajó para Kobe Bryant o LeBron James, además de diseñar Hyperdunk o Huarache 2K4. Pero todo esto ocurría mucho antes y aún estaba creando bocetos para la segunda Penny, una línea que parecía dispuesta a relevar a Jordan, como por momentos parecía hacer el propio jugador. Mientras discutían los diseños, una bolsa llamó la atención de Anfernee. ¿Qué había dentro? Un extraño proyecto en el que se había enfrascado Nike y que le estaba creando demasiados quebraderos de cabeza. En lugar de una zapatilla realizada con partes cosidas y pegadas, buscaban un modelo de una pieza. Sería algo más parecido a una escultura que a una zapatilla, al menos en el modo de fabricación. Un líquido sintético vertido en un molde daría como resultado una zapatilla casi finalizada. Jeff Johnson, un histórico creador de zapatillas de running para Nike (Bermuda, Skylon), dijo que si se conseguía llevar a cabo, suponía la muerte de la industria del calzado tal y como se conocía hasta el momento. El resultado final fue sólo un poco menos grandioso. El molde tuvo que ser fabricado por Daewoo ante la incapacidad de las fabricas de zapatillas. Se cuenta que costó 750.000 dólares y que se destruyó después de su uso, por lo que sería imposible volver a fabricar ese modelo.
En el despacho de Eric Avar, Penny Hardaway seguía preguntando qué había dentro de la bolsa. Aunque el diseño de la Penny II estaba bastante avanzado, Avar tuvo que claudicar ante las palabras de Penny: eso es lo que quería.
La Nike Air Foamposite se situó en la saga de las Penny como un extraño, sin mucho que ver con su pasado, aunque con una clara influencia en las futuras Penny III. Con el logo del céntimo que representaba a Hardaway y casi sin swooshes visibles, la Foamposite parecía fundar una saga histórica. Un universitario Mike Bibby quedó para siempre retratado con ellas. El modelo que hasta entonces había desarrollado Avar, con un diseño casi idéntico, apareció poco después con el nombre de Nike Air Foamposite Pro y un swoosh bien visible. Es la zapatilla que Ray Allen lleva en «He Got Game», la película de Spike Lee en la que Denzel Washington no consigue atarse los cordones de las Jordan XII.
Eran unas zapatillas diseñadas para aguantar los movimientos de jugadores de más de 100 kg, pero era más revolucionaria por su método de fabricación y su espectacular diseño que por el rendimiento en pista. Los casi 200$ que costaban en 1997 la hacían inaccesible, así que poco a poco la línea Flight/Foamposite se fue apagando.
Las ediciones retro han mantenido el espíritu y el precio de aquellas, aunque acabaron con aquella historia sobre la destrucción de los moldes originales. El acabado brillante se convirtió en marca de la casa que más tarde se usó para ediciones especiales de casi cualquier zapatilla, desde Air Force One a Goadome, pasando por Blazers.

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