Los peores himnos oficiales del fútbol en los mundiales

El fútbol y la música han intentado ir juntos en numerosas ocasiones, pero la Copa del Mundo es el peor momento para cogerse la mano.

Las canciones creadas para el Mundial suelen ser más dolorosas que los propios himnos nacionales cantados por los jugadores, con una asombrosa tendencia a convertirse en temas oficiales con incursiones de algunos jugadores que creen que el vocoder es la solución.

Las excepciones son, cuando menos, extrañas. Una de ellas podría ser World in Motion, un tema al menos digno que para los aficionados de New Order es el punto más bajo, quizás porque fue su único número uno. Un tema por encargo que debían interpretar junto a Paul Gascoigne o Peter Beardsley, pero el que consigue aumentar las visualizaciones en youtube es John Barnes, el mediocentro del Liverpool, que rapea oscureciendo a los ex-Joy Division y al actor Keith Allen. Barnes acabó repitiéndolo en un anuncio de Mars, esta vez con una sudera sin marca. Nunca sabremos por qué Barnes llevaba una sudadera adidas cuando la selección inglesa llevaba adidas y él cobraba de Diadora.

Debió gustarle la experiencia al cómico Keith Allen porque creó un nuevo hit futbolero con Fat Les, un supergrupo junto a Alex James (bajista de Blur) y el artista Damien Hirst. La canción, Vindaloo, era una auténtica parodia de las canciones futboleras que podía presumir de tener la letra menos trabajada de la historia. Nah, nah, nah, somos Inglaterra, marcaremos un gol más que vosotros.

No sabemos si el hooliganismo entendió la ironía, pero Fat Les sabía a quien se dirigía, porque el sello con el que distribuyó la canción era Telstar Records, que tenía entre sus protegidos a Victoria Beckham y Vinnie Jones. Telstar era, además, el nombre del balón del mundial de 1970, renovado actualmente con el Telstar 18 con el que se ha jugado en Rusia.

El Mundial de 1998 fue una batalla musical. Además de Vindaloo, Inglaterra se animó con una nueva versión de Three Lions, la que había sido canción oficial de la Eurocopa dos años antes. La actualización de The Lightning Seeds comenzaba con la retransmisión del fallo del penalti que les dejó fuera en 1996. El encargado de errar el tiro fue Southgate, el actual seleccionador inglés, que ha estado veinte años sin escuchar la canción que sus aficionados usan para darle ánimos.

Pero ni Three Lions ni Vindaloo fueron las canciones oficiales, mérito que se llevó How does it feel to be on top of the world, de un supergrupo formado por Echo and The Bunnymen, Space, Ocean Colour Scene y The Spice Girls. Niños que cantan y juegan al fútbol, estrellas del britpop sonrientes con un estribillo que difícilmente puede gritarse desde las gradas, motivos por los que el himno oficial fue superado por Three Lions y Vindaloo.

La selección alemana tiene más suerte dentro del campo que en los estudios de grabación. En 1978 Udo Jürgens, un cantante melódico austriaco que había ganado Eurovision doce años antes puso a la selección alemana a los coros con el resultado que cualquiera podría esperar. Vale la pena aunque solo sea por ver cantar de nuevo a Franz Beckenbauer, que ya lanzó un single en 1966 y una canción con su selección.

Como el asesino siempre vuelve al lugar del crimen, en 1990 Jürgens volvió a animar a la selección alemana. Entre esas dos fechas, 1978 y 1990, Udo Jürgens se encargó de provocar muchas vergüenzas, pero al menos en una de ellas fue un visionario. Fue el primer cantante en tener una línea propia con Puma, por expreso deseo de Armin Dassler, considerado por muchos el culpable del hundimiento de Puma en los ochenta.

La selección alemana de fútbol es el segundo patrocinio deportivo más longevo de la historia (cuando Slazenger empezó a proporcionar pelotas para el torneo de Wimbledon en 1902 todavía no se había creado oficialmente la FIFA). Que su himno fuera cantado por un austriaco relacionado con Puma parecía una venganza, pero parece solo un detalle sin importancia cuando piensas en 1994. La federación alemana eligió para su himno a Village People, una boyband creada artificialmente para atraer al público gay a través de sus estereotipados disfraces.

A aquellos tipos, se les había elegido expresamente por su físico…unos veinte años antes de aquél himno alemán. Tan fuera de su época que ha tenido que pasar un cuarto de siglo para que podamos volver a verlo con una sonrisa.

Si nos ponemos serios y viendo los problemas que luego tuvo Jurgen Klinnsman, el encuentro entre Village People y la selección alemana de fútbol es un ejemplo de las obligaciones normativas en cada grupo social. En el fútbol alemán declararse gay sigue siendo un tabú. Entre los miembros de Village People había heteros que preferían ocultarlo.

Estados Unidos lo intentó con Lupe Fiasco en horas bajas y Argentina en 2018 tuvo la mala idea de incluir la frase «si fallas, más fuerte serás», un boomerang que fácilmente se volvería en su contra. Pero allí han sufrido a Maradona cantando con Pimpinela. Incluso una buena idea, como fichar a Ennio Morricone para el mundial del 78, se convertía en un resultado discutible.

La selección española ha tenido muchos himnos no oficiales (Marwan y Luis Ramiro en 2010) y alguno oficial que mejor olvidar, A por ellos, oé, que consistía básicamente en repetir (y registrar en la SGAE) un grito de guerra de los campos de fútbol. Resultado era imprevisible, ya que los autores habían firmado anteriormente temas clásicos como Qué dificil es hacer el amor en un Simca 1000 o Me duele la cara de ser tan guapo.

La canción, que convertía Vindaloo en una sinfonía agradable al oído, tuvo su momento de gloria un tiempo después. Los autores del tema, La banda del capitán canalla, denunciaron a Izquierda Unida por utilizar «A por ellos, IU» en su campaña.

España tiene una curiosa tradición de antiguos futbolistas reconvertidos en cantantes con resultados desiguales con casos como Julio Iglesias, Álvaro Benito y Melendi. Tres nombres que se hubieran dedicado al fútbol si las lesiones no se lo hubieran impedido, lo que me hace pensar que para mejorar la música nacional habría que implantar servicios médicos de alto nivel en las categorías inferiores del fútbol.

Hacer una canción debe ser dificil. Hacer una canción buena debe ser más dificil y hacer una canción oficial buena para un mundial parece una tarea imposible.

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