Ben Johnson nunca ha sido precisamente un ejemplo de inteligencia ni de manejo del lenguaje y lo sigue demostrando. Según ha afirmado en una entrevista reciente, dió positivo porque se fue de adidas. Hasta 1987, Ben Johnson tenía contrato con adidas, pero fue entonces cuando firmó por Diadora, una marca italiana que le ofreció 2.5 millones de dólares por 5 años, el mayor contrato firmado por un atleta hasta el momento (pero ni así consiguió sonreír, en la foto de abajo). La marca, que ya tenía a Bjorg, Guillermo Vilas, Niki Lauda o Alain Prost, quería dar el paso definitivo al atletismo. Después del positivo de Johnson, Diadora lo intentó con Sebastian Coe.
Según el concienzudo análisis de Ben Johnson, los atletas adidas no daban nunca positivo. Y puede que incluso tenga razón en eso. Y también es cierto que adidas tenía mucho poder dentro de todos los organismos oficiales. Pero también lo es que la mayoría de atletas adidas eran de países del Este. Los contactos de la familia Dassler habían conseguido convertirse en únicos interlocutores de los países comunistas, por lo que todas las selecciones de todos los deportes de todos los países socialistas llevaban adidas. La única gran excepción fue China, donde Nike había conseguido entrar, primero con fábricas y más tarde con acuerdos.
Así que la mayoría de deportistas adidas no daban positivo, pero la mayoría de deportistas adidas venían del Este. Y está bien documentado que estos países tenían un sofisticado sistema para dopar a sus atletas, de tal modo que nunca daban positivo. No porque llevaran adidas, sino porque tenían detrás los mejores laboratorios. En definitiva, parece que el grito de Ben Johnson, 25 años después, no tiene más motivo que el de volver a aparecer en medios.