Tiger Woods vuelve al Masters y el relato, tal y como hemos visto en cientos de pelis, debería ir por el camino de la redención. Al menos en la narrativa americana de ídolo caído que vuelve, en otros lugares preferimos que el cuento acabe en desgracia.
Así que ahí está Tiger deseando ganar para explicarle al mundo un rollo sobre luchar por tus sueños, que hay creer en uno mismo y tomar buenos alimentos. En estos años de desfases varios en los que se convirtió en adicto al sexo, Nike fue su único aliado. La marca tiene una relación muy extraña con los deportistas que caen en desgracia.
La atleta Marion Jones nunca dio positivo pero fue a la cárcel por mentir en una investigación fiscal. Para Nike se convirtió en una apestada, porque mentir es malo, aunque no des positivo. Pregúntale a Lance Armstrong. James Gatlin dio positivo un par de veces y Nike celebró su reaparición, porque doparse es malo pero no mintió tanto como Marion y Lance.
Michael Vick fue a la cárcel por maltrato animal y fue denunciado por una mujer que había contraído un herpes genital después de una relación con él. Vick había estado tratándose la enfermedad con un nombre falso, Ron Mexico, por lo que era obvio que sabía que podía contagiarla. Nike anunció que dejaba en suspenso su contrato, pero le recuperó más tarde. Quizás pensara lanzar una línea con el nombre de Ron Mexico. Así que para Nike es perdonable organizar peleas de perros y contagiar herpes. Kobe Bryant, Dennis Rodman, Pistorius, Entre los deportistas de Nike los hay con una conducta intachable y tachable, con enfermedades de transmisión sexual y sin ella, dopados y algunos que no sabemos si lo están. Pero Nike, ni en general, ninguna marca, tiene un manual de conducta para casos como esto.
A Nike le viene genial Tiger para mantener su historial de polémicas. Para cada una de sus reapariciones Nike tenía preparada una campaña que soliviantara a los biempensantes.
Uno de los motivos por los que Tiger sigue siendo Nike es Phil Knight, uno de fundador de la marca y a día de hoy accionista mayoritario. Pero Knight es mucho más. Aunque no esté ya en activo, su espíritu sobrevuela Nike como el examinador definitivo. Knight y Tiger estudiaron (sic) en Stanford, obviamente con unas décadas de diferencia. La apuesta de Nike por Tiger Woods era una apuesta de Knight, no solo un intento de vender bolas de golf. Por momentos, no se sabía si Nike fichaba a Tiger para vender artículos de golf o si vendía artículos de golf para poder contratar a Tiger. Mientras el señor de las gafas oscuras siga por ahí, a Woods se le perdonan las drogas, los accidentes, las mujeres y hasta los zapatos.
Porque Tiger, con una severa colección de calzado con Nike, se ha presentado en el Masters con unos zapatos Footjoy. Tiger y Nike se han comportado de un modo admirable. Uno habla de su relación con la marca y de cómo sus actuales lesiones le impiden jugar con el calzado que había usado hasta ahora. Nike responde que su trabajo es colaborar en las necesidades de los deportistas y que ya estaban trabajando en un modelo adaptado. Durante 25 años Nike puso a algunos de sus grandes nombres del diseño junto a Tiger para crear su calzado. Ahí estuvo Tobie Hatfield, el hermanísimo. Nike no tuvo tiempo para diseñar unos zapatos adecuados para su vuelta.
Todo perfecto. Bien explicado. Ojalá siempre fuera así. Pero.
Justo cuando Tiger se estrena en el Masters, Nike lanza una campaña en la que apoyan a su churumbel, protagonizada por ScHoolboy Q.
It isn't just about golf, it’s about succeeding against all odds.
Tiger is never done.@tigerwoods @ScHoolboyQ pic.twitter.com/31b2aqVuZo— Nike (@Nike) April 7, 2022
Nike no tuvo tiempo para diseñar un calzado adecuado pero sí tuvo tiempo para diseñar una campaña. Igual es que Nike es más rápida con sus anuncios que con su calzado.
Igual es que Nike se dedica al marketing, no al calzado. Hace años que lo anunció el propio Phil Knight, pero no necesitamos recordatorios tan explícitos.