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Lo que vi y lo que no vi en AIR

Un helado es casi imposible de fotografiar. La fotografía profesional implica unos tiempos y unas temperaturas que son incompatibles con el helado. Por eso en las campañas de helados suelen fotografiarse purés con colorante, que en pantalla parecen mucho más reales que el helado real.

Puede que con este inicio no lo parezca, pero voy a hablar de Air y hay spoilers. Bueno, en realidad supongo que más o menos sabes cómo acaba, con Michael en Nike.
Antes de ver AIR ya suponía que un experto en helados sabría identificar que aquello no era más que un puré. Me faltaba saber si el puré al menos parecía helado.

 

La película está ambientada en 1984, comienza con una canción de Dire Straits que suena muy ochenta y te coloca exactamente en el contexto. Que la canción en realidad sea de 1985 es un puré bien conseguido.

David Falk, el agente de Michael Jordan durante toda su vida profesional, era solo un empleado de una gran agencia, ProServ, que no aparece ni un momento en la película. Falk gestionaba el baloncesto en una compañía que había nacido en el tenis porque su fundador, Donald Dell, era primero compañero y más tarde agente de Stan Smith y Arthur Ashe. Podrían haber contado que Jordan fichó por ProServ, que la experiencia en el tenis de ProServ le llevó a proponer una imagen de Michael similar a la de los tenistas, y que Falk, por entonces parte de ProServ, terminó fundando su propia agencia con Jordan como principal activo. Pero quizás sería incluir más personajes y una subtrama más. No es una historia cierta del todo pero es lo que se puede contar en 140 minutos. Me como el helado.

También hay omisiones curiosas. Por ejemplo, George Raveling que en la película parece un entrenador ajeno a Nike, era parte de la empresa en ese momento y por eso insistió a Michael. De hecho, en la foto oficial de la selección olímpica de 1984 aparece con calcetines Nike, una pequeña rebeldía.

Y un detalle sin importancia que parece que van a contar pero no. Michael estaba obsesionado con tener un coche, en Nike quisieron hacerle una broma y durante su primer encuentro oficial le regalaron un coche…de juguete.

Hay otras historias que se retuercen un poco más para que encaje en «el relato». De hecho funcionan como idea principal de la película cuando no son ciertas. Nike no tenía el control del baloncesto que tiene hoy día, pero tampoco era ninguna desconocida. Desde 1972 la Blazer rondaba por las canchas y un par de años antes de la llegada de Michael fue el momento de la Air Force 1. Entre sus jugadores estaban Moses Malone, Sidney Moncrief, George Gervin, Michael Ray Richardson o Jeff Ruland, que quizás no son muy recordados pero eran los mejores en rebotes, puntos y robos. Magic Johnson y Larry Bird habían llevado Nike en la universidad. En el All Star de 1984, unos meses antes de que llegara Mike a la NBA, la presencia de Converse era abrumadora, 14 de los 25 jugadores seleccionados usaban la estrella. Pero Nike era la segunda marca, con 4 jugadores, por delante de adidas. Para reforzar la idea de que adidas era la marca del momento hablan de My adidas, una canción de 1986.

Las ventas de Nike en el baloncesto habían bajado, pero también había caído el running. El problema de Nike es que tenía a demasiados jugadores a sueldo en la NBA. Ofrecía un porcentaje de las ventas de baloncesto a sus jugadores desde unos años antes y en la explosión de las zapatillas se vieron pagando millonadas a jugadores secundarios. Decidieron ofrecerles dinero a cambio de finalizar sus contratos y reiniciar el proyecto Nike Basketball.

En ocasiones, Air cree a pies juntillas la historia oficial de Nike, que cuenta que Michael Jordan nunca había usado Nike. En un repaso no demasiado exhaustivo se encuentran fotos de Mike con Nike en la universidad. Hace solo unos meses salieron a la luz las primeras zapatillas que Nike envió a Michael en 1983, cuando ya había contactos.

Otra historia que suele contar Nike es que decidió apostarlo todo por Jordan y le salió bien. En realidad, 5 de las 10 primeras elecciones llegaron a la NBA con nike. Y entiendo que nadie recuerde las zapatillas de Otis Thorpe, pero alguien debería levantar la mano y preguntar ¿no ficharon a un tal Barkley?

En una nebulosa, entre verdades, mitos y mentiras, está el asunto de la prohibición de las AJI. Una cosa que sabemos es que el revuelo fue con una zapatilla predominantemente negra y la que aparece en AIR no lo es. De hecho jugó con ellas sin problema y sin multa.


Finalmente llegan los detalles, los fallos a los que no encuentro explicación. En el proceso del diseño de la Jordan aparece una Air Force 1 mid que debió adelantarse una década a su lanzamiento. Hablan de Just Do It, el lema de Nike que no se estrenó hasta 3 años después, dicen que Nike compró Converse en 1996 y Rob Strasser tenía diez años menos (en cambio, han utilizado el nombre real de la hija, que terminó trabajando en Nike). Cuando cuentan a Phil Knight que ya tienen el nombre de la línea de Jordan, en la película dice que no le gusta, pero que «espera que le acabe gustando», una frase que, ya sea verdadera o falsa, se suele atribuir a lo que Knight dijo cuando vio el swoosh. El chándal de Phil de los noventa, las gafas Oakley desubicadas…
Detalles sin importancia para la trama y que identificaremos cuatro (me da la sensación de que los cuatro están leyendo esto).

Veredicto final: puré. Más allá de los fallos puntuales y que es un error buscar la verdad en el cine, el tono no me huele al Nike de los ochenta, los personajes parecen forzados a encontrar algo que los identifique claramente y va saltando de relato oficial a giro obligado por el drama.

Algo así como cuando las marcas recuperan grandes siluetas del pasado…y no terminan de encajar.

Unbanned.. The legend of AJ1

Tidal estrenó hace unas semanas en España Unbanned: The Legend of AJ1, el esperado documental que prometía desmontar los mitos que rodean a la Jordan I.

Habitualmente las historias sobre zapatillas mantienen un halo de leyenda que nadie pretende destruir, por eso se repiten una y otra vez los mismos relatos, sin un mínimo de tendencia crítica. Lo primero que hay que agradecer a Unbanned es que salta por encima de muchas de esas historias para buscar la fuente original. Y haciéndolo destroza algunas historias.

El documental se basa en entrevistas con muchos de los principales nombres de la historia de las zapatillas. ¿Te han contado la historia de cómo llegó Michael a Nike? En Unbanned te lo cuenta Sonny Vaccaro. ¿Se arriesgó Nike al ficharle? Se lo preguntan a Phil Knight. ¿Cómo se diseñó la Jordan I? Que lo cuente el diseñador, Peter Moore. ¿Cuántas veces nos han contado la historia de la prohibición? Ahora te la contará quien la prohibió, David Stern. ¿El famoso anuncio en el que se tachaban las Jordan? Hablan con Jeff Gorman, quien lo creó. Todo de primera mano, desde la industria y sin pasar por el filtro del storytelling por el que pasa cualquier producto antes de llegar a las tiendas. Incluso aparece Dapper Dan diciendo que en Harlem a principio de los ochenta nadie quería llevar zapatillas porque se asociaban a pobreza, una bomba para los que cuentan que el fenómeno de las zapatillas surgió en NY.

El mayor mérito de Unbanned es también un gran problema. En apenas 90 minutos hay que incluir demasiadas voces sagradas, yo necesitaría 90 minutos de cada uno de ellos. Pero además no están solos.

Junto a esos grandes nombres hay otros que nos cuentan el mismo cuento de siempre; DJ Clark Kent, Ronnie Fieg, Mark Wahlberg, DJ Khaled o Carmelo Anthony pueden hablarnos de la importancia de las Jordan I en la cultura popular americana pero ¿de verdad necesitamos que nos lo cuenten de nuevo? Según los créditos aparece Billie Eilish y ni recuerdo haberla visto. Entiendo que para un público mayoritario el nombre de Khaled puede resultar más atractivo que el de Peter Moore, pero una vez que empiezas a verlo hay una increíble diferencia entre la información que puede darnos uno y otro.

Unbanned mezcla las palabras de unos y otros con equidistancia, pero cada segundo en el que aparece un sneakerhead contando su historia con las Jordan es un segundo en el que no aparece alguien que creó directamente el mito.

Consigue extraer nuevas palabras de los protagonistas reales y ofrece un puñado de imágenes que se escapan de lo habitual, lo que justifica su visionado con una mano en el pause. Coloca la aparición de la Jordan I en un contexto en boca de los verdaderos actores, con la ventaja de no hacerlo desde Nike. Obviamente un documental así no ha podido hacerse sin la ayuda de Nike, pero las opiniones y los comentarios no parecen teledirigidos desde el departamento de marketing.

En 90 minutos cae en algunos topicazos sobre la relación de Jordan con el Hip Hop y el supuesto carácter revolucionario de la primera Jordan, pasando por encima que la primera reedición fue un completo fracaso de ventas. Se habla de la Jordan I, pero se le atribuyen características que solo aparecieron en Jordan algunos años después, alargando la historia más allá de la zapatilla prohibida.

Muy recomendable si quieres ir a la fuente original de la información, hay un punto en el que te sentirás como cuando quedas a cenar con amigos y va alguien que no aporta nada. Pero aquí no puedes esperar que se vaya.

El lío del póster de Maya Moore

En la presentación oficial de las Jordan XX9 un fotógrafo pidió al diseñador Rob Bruce que abriera los brazos y se dejara fotografiar con la Jordan XX9 en la mano derecha en la pose que hizo popular el propio Jordan. Rob sonrió y soltó una broma para no ser retratado de esa guisa, mejor no compararse con Michael.

Maya Moore quiere ser como Jordan. Bueno, al menos ella juega al baloncesto y lleva sus zapatillas, pero no todo el mundo se atreve a imitarle. Jordan, la marca, ha utilizado la imagen de Moore emulando a su ídolo en el Target Center, el pabellón de su equipo. Pero hay algunos detalles curiosos.

Pero vamos a Maya. El anuncio es de Jordan, pero al tratarse de un anuncio que iba a colocarse en el pabellón del equipo, han preferido usar la camiseta de los Minnesota Lynx. En la foto de Michael llevaba la de los Bulls, así que estaba justificado. El problema es que hasta hace unos días los Lynx vestían adidas. En la foto final (arriba) han cortado justo donde las tres franjas se hacen visibles, pero en el video se aprecian de un modo que parece innecesario.

¿Mostrar tan descaradamente a adidas en un anuncio de Jordan? ¿Puede ser un fallo? La agencia es W&K, que lleva trabajando con Nike desde principios de los ochenta. El director, Nabil Elderkin, ya había trabajado con Nike (Everything is Practice, con Spike Lee) y creado campañas para Beats by Dre (el famoso anuncio de la Copa del Mundo de 2014) o vídeos para Frank Ocean (Novocane, Pyramids), Kanye West (Coldest Winter, Welcome to Heartbreak) y Anthony and the Johnsons (Cut The World). A esos niveles un fallo no parece que sea una opción.

Pero lo más divertido llega a la hora de esconder el logo de adidas del tirante derecho. ¡Con el pelo! En la foto del media day de principio de la temporada 2017 no tenía muchos problemas por dejar ver el logo de adidas (o tenía el pelo más corto).

Ahora viene lo raro; esta temporada la WNBA viste Nike. Cuando se presentó el anuncio de Jordan, los Lynx ya jugaban con equipaciones Nike. Es decir, en el anuncio que ha dado la vuelta al mundo la estrella lleva el uniforme de una temporada anterior, con una marca distinta. Pelea de marcas con carácter retroactivo.

En cualquier caso, Maya no ha sido la primera que imita a Michael para un anuncio de Jordan.

 

 

 

 

 

 

 

All Star 2018, participantes y marcas

Anunciados los participantes en el partido del All Star Game de 2018, el primero en el que no se enfrentarán Este y Oeste y el primero también en el que los uniformes llevarán los logotipos de Jordan (desde 2007, en el All Star sí que usaban las tres franjas de adidas).

Entre los 10 titulares, 7 Nike, 2 adidas y 1 Under Armour. Entre los suplentes, 5 Nike, 4 Jordan, 4 adidas y 1 Anta. En total;

-12 Nike (50%)

-6 adidas (25%)

-4 Jordan (17%)

-1 Under Armour (4%)

-1 Anta (4%).

Curiosidades. Nike y Jordan suman el 67%, unas cifras inferiores al porcentaje de ventas de baloncesto. Jordan no tiene a ningún titular mientras que adidas ha pasado de dos jugadores en 2017 a 6 en 2018. Jugadores con signature que no han llegado al All Star, Paul George, Derrick Rose, Lonzo Ball, Dwyane Wade, Tony Parker, Dwight Howard, Matthew Dellavedova, Chris Paul y Carmelo Anthony (estos dos en las que parecen ser sus últimos momentos con signature).

Las 10 mejores zapatillas de la historia

Algo más de un siglo de zapatillas resumido en una exposición. Eso es lo que pretende “Greatest Sneakers Of All Time”, una exposición patrocinada por Lyst en la que Neal Heard (autor de Trainers, uno de los primeros libros sobre zapatillas) ha reunido a algunos expertos para que seleccionen las mejores zapatillas de la historia (aunque no aclaren qué singnifica eso). El resultado fue este:

1-Adidas Stan Smith
2-Nike Air Force 1
3-converse Chuck Taylor
4-Nike Air Jordan 1
5-Diadora Borg Elite
6-adidas gazelle
7-Nike Trainer 1
8-Puma Clyde
9-Nike Huarache
10-adidas Ultraboost

¿Tiene algún sentido? Sinceramente, no. La misma selección de los expertos ya sería discutible y las listas podrían variar cada 10 minutos. Sin dar a opción a que los autores se expliquen, se antoja un listado abiertamente anglocéntrico, con sorpresas como la Diadora Bjorg en el número cinco.

Con la intención de responder a este “Greatest Sneakers Of All Time”, he preguntado a los que yo considero expertos de distintos perfiles. Paulo Ibarra fue el primer argentino en diseñar para Nike en Oregón y actualmente dirige The Sneaker Protocol, Cristian Ortiz escribe sobre moda y tendencias en Cause I Need It, Vileck es un coleccionista (viejuno, me permito añadir), Marcos Bellavia es honcho del imprescindible Vision Invisible, Quetzal Ramos es un diseñador independiente, David Broc es un periodista con buen gusto, Antonio Moraleda es un acumulador de tendencias eclécticas, Luis Miguel Lozano «Jumi» es uno de los mejores coleccionistas de Europa y un pozo de historias y Eugenio Palopoli es el autor del que para mí es el libro de referencia para conocer la historia de las marcas deportivas. Perdonen la falta de humildad, pero me he incluido en el grupo de expertos. Cada una de las listas ha sido ordenada, puntuada y mezclada para dar con una única lista final.

El resultado es todo excepto LA VERDAD, pero espero que os sirva para hablar un rato sobre zapatillas. Comienza la pelea.

1.-Nike Air Max 1
2.-Converse Chuck Taylor All Star
3.-Nike Air Jordan I
4.-Nike Air Force 1
5.-adidas Stan Smith
6.-Nike Air Trainer 1
7.-Puma Suede/Clyde
8.-adidas Superstar
9.-Nike Air Jordan III
10.-Nike Cortez

¿Curiosidades? Han recibido votos 38 zapatillas de ocho marcas; 22 Nike/Jordan, 6 adidas, 4 Reebok 2 Vans y una zapatilla para Puma, Converse, Avia y New Balance. La lista de 10 en injusta con Reebok, que tiene tres zapatillas en los puestos 11º, 12º y 13º. Por poner en perspectiva el estado actual, solo hay cuatro zapatillas del siglo XXI, UltraBoost, Flyknit Racer, Kobe IV y una polémica Roshe (Presto es de 2000, que oficialmente seguía siendo siglo XX.

La «mejor zapatilla de la historia», la Air Max 1, estaba en el lugar número 25 de la versión inglesa. ¿Es justo? ¿un sacrilegio? ¿no es esto solo una excusa para hablar de zapatillas? Hablen, propongan sus propios decálogos, lloren por las ausencias.

No espero nada de Jordan x Kaws

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Ya tenemos hype para meses. Kaws y Jordan anuncian colaboración y twitter se vuelve loco. Bueno, eso fue ayer, ahora twitter ya está preocupado con Gosha y adidas. Pero yo tengo una edad, necesito tiempo para digerir (nivel todavía no tengo una opinión sobre las PG1). Pero me atrevo a hablar de una colaboración de la que no sé nada. Bloguero style.

Brian Donnelly/Kaws comenzó “vandalizando” carteles publicitarios. Era parte de los ubicuos Beautiful Losers que llegaban al arte desde el skate, no desde las galerías. El mismo hecho de destrozar anuncios de Calvin Klein tenía que ver con apoderarse de la calle o al menos así se entendía en aquel momento. Retocar imágenes de las mejores modelos de la época era subversivo.

Hoy el propio Brian Donnelly se aleja de ese razonamiento, elegía sus acciones por motivos estéticos, no políticos. No estaba vandalizando carteles, los estaba embelleciendo. Kaws despoja a su arte de contenido a la vez que comienza a diseñar toys que vende directamente desde su página. Pasó de ser un artista con contenido a idolatrar a Jeff Koons. Y Koons puede ser tremendamente interesante para muchos, pero desde luego no es lo que espero de un Beautiful Loser.

Kaws se comporta como una marca, no como un artista, por lo que la clave de su éxito no está tanto en su actividad sino en sus ventas. La anunciada colaboración con Jordan es solo otra más de las cientos de colaboraciones que inundan el mercado. Posiblemente sea muy bonita y se venderá por miles de euros, pero en 2017 tengo mis dudas de que pueda aportar algo nuevo.

Jordan XXX. Cuando ser brillante no es suficiente.

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Primeras imágenes oficiales de la Jordan XXX. Y lo que muestran es un producto que utiliza algunos de los recursos técnicos que Jordan y Nike han utilizado en los últimos años. Esperamos de ella un rendimiento impresionante gracias a la mezcla de woven y knit en el upper, un collarín asimétrico rediseñado y una nueva puntera. Será, sin duda, una de las zapatillas del año.

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Pero no es suficiente. Cada una de las Jordans han sido históricamente buenas en rendimiento pero sobre todo han sido rompedoras. Cuando hablamos de una Jordan I, II o III no solo hablamos de rendimiento. Cuando aparecieron las Jordan XI, nadie se preguntaba por el rendimiento. Jordan era otra cosa. Era un producto que NUNCA antes habías visto. Incluso las peores Jordan sorprendían.

La Jordan XXX llega 20 meses después de la XX9 y comparte con ella la mediasuela y gran parte del upper. Sin duda geniales, pero no es suficiente.

Jordan dejará de gustarte en 2016

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Eres un aficionado a las zapatillas desde hace mucho. Desde niño ya querías algunas Jordan que tus padres nunca te compraron y ahora, por fin, puedes hacerte con ellas. Jordan significaba algo más que un producto, Jordan era el Mercedes de las zapatillas de baloncesto, algo que no todo el mundo podía tener por precio y porque implicaba un riesgo en cuanto a diseño. Si querías una buena zapatilla para jugar al baloncesto posiblemente tenías mejores opciones y por mejor precio. Jordan era otra cosa.

Tengo malas noticias. Posiblemente Jordan te deje de gustar. Ya habrás notado algo en 2015, pero los próximos cuatro años son claves en el cambio de Jordan.

En 1997 Nike decidió separar a Jordan como marca. Fue el primer paso para crecer. Dejaba de ser producto exclusivamente relacionado con el baloncesto; en el equipo Jordan estaban Ray Allen, Mike Bibby o Vin Baker, pero también Roy Jones Jr (boxeo) o Randy Moss (fútbol americano). Siguiendo ese camino, Jordan tiene previsto multiplicar sus ventas ampliando su mercado a distintos deportes. Tal y como hizo con las zapatillas para Roger Federer o los atletas Kori Carter y Erik Kynard.

Pero el crecimiento de Jordan no solo estará relacionado con Andre Ward, April Holmes, Denny Hamlin o CC Sabathia. Para llegar al objetivo de los 4 billones de dólares en 2020 Jordan necesita vender a todo el mundo. Ese es el motivo por el que algunos de los últimos lanzamientos han tardado en venderse algunas horas más de lo habitual. Grandes cantidades de zapatillas que llegan a más tiendas producen más dinero para Jordan. Un producto menos limitado, por estúpido que parezca, es también un producto menos deseado en la actual escena zapatillera. Jordan no quiere seguir siendo la zapatilla del que busca algo especial, quiere llegar a todo el mundo y eso implica centrarse en lo retro, lanzar nuevas líneas para mujer y pasar por alto el rendimiento, el producto menos menos vendible. Menos jugadores con Jordans, más zapatillas para Drake. El primer detalle ha sido impactante, la última Jordan numerada, la XX9, apareció en 2014. Por primera vez, casi dos años sin Jordan, antaño la zapatilla más esperada.

Kickstories: Jordan XX3

Durante muchos años, Nike no tenía claro qué hacer con Jordan como marca. Lo que comenzó siendo solo un nombre en una zapatilla, se convirtió pronto en algo más. Fue el intento de Rob Strasser y Peter Moore de convertirlo en una submarca, querián crear ellos mismos una marca fuera de Nike. Pero Michael se quedó con Nike y juntos formaron Jordan bajo el paraguas de Nike inc. En sus comienzos era solo una zapatilla, pero la colección se fue ampliando hasta dejar la Air Jordan en uno más de los artículos en catálogo. Y no se puede decir que fuera el más importante. Con la primera retirada de Jordan ya comenzaron las dudas, pero a partir de la Air Jordan XVIII se veía que la Air Jordan había perdido su lugar.
Desde la misma marca lo anunciaron con suficiente antelación, la Air Jordan XX3 sería la última de las zapatillas numeradas. No decían toda la verdad, porque seguiría habiendo Air Jordan, pero esta vez acompañadas del año. La marca parecía centrarse en otros modelos de juego y retro.

Para la AJ XX3 volvió Tinker Hatfield que se sirvió de las ideas de Mark Parker, un compañero de Tinker en sus primeros años como diseñador que se había convertido en CEO (Director Ejecutivo) de Nike. Parker giró a la marca hacia el desarrollo sostenible y las Air Jordan siguieron ese camino. Nike trabajaba en una línea llamada Considered que intentaba llevar el desarrollo sostenible al máximo como el resto de la compañía llevaba el rendimiento deportivo. Principalmente, se basaba en el uso de elementos físicos sobre los químicos, que producen un gasto extra en plásticos. La Air Jordan XX3 no podía olvidar que era una zapatilla de rendimiento y esa era su prioridad. Tinker se basó en el modo de fabricar de los indios nativos americanos. La AJ XX3 era un gran panel sobre el que dibujar con costuras. En aquél momento fue la zapatilla de baloncesto «más ecológica» y abrió el camino para que Nike primero y otras marcas luego, intentaran unir el rendimiento con lo sostenible. También era la zapatilla que más tiempo requería para su fabricación, por el cosido a mano.
Los pilares IPS eran menos visibles y la media suela tenía zoom air y una placa de fibra de carbono, convirtiéndola en la más cercana al suelo de todas las Air Jordan. En la suela exterior, el patrón estaba formado por la huella dactilar de Michael Jordan, que también aparecía en la parte interior de la lengüeta. En la parte exterior, dos logos distintos, el Jumpman en la zapatilla izquierda, y un «23» en la derecha. Para evitar problemas, la huella dactilar de Michael fue levemente retocada, así que olvídate de entrar en su mansión privada colocando las zapatillas sobre el detector de huellas.

A pesar de la plantilla de doble densidad y del forro acolchado, la AJ XX3 fue muy criticada por la placa en TPU que rodeaba el pie y que debía tener una función estabilizadora. Para muchos, esta placa era tan rígida que no permitía mover el pie con naturalidad. Esa placa venía de una de sus fuentes de inspiración, la Jordan XIV. Para la otra base de inspiración tendríamos que ir hasta Barcelona, porque en algunas líneas recuerdan a Gaudí (podemos escuchar al propio Tinker explicarlo en el video). A pesar de que hablaban de un modelo ligero, con 425 gramos está muy lejos de lo que hoy consideramos una zapatilla ligera.

Jordan ya hacía uso de las ediciones limitadas y puso a la venta la Air Jordan xx3 Titanium, 23 pares en cada una de las 23 tiendas elegidas en Estados Unidos y otras 23 para el resto del mundo, a 230$, aunque algunos pares llegaron a 2000$ en eBay.

En la cancha no fueron muchos los que la llevaron. Chris Paul y Carmelo Anthony la usaron en medio All Star, Ray Allen llevó la versión Titanium y Joe Johnson y Rip Hamilton versiones especiales. Mike Bibby utilizó varios colores de la versión low. Tinker Hatfield mostró una versión única con una «H» en los paneles laterales.

Debía ser «la última de las Air Jordan», aunque el romanticismo del número 23 se olvidó pronto, cuando llegó la Air Jordan 2009, un cambio de nombre para mantener la misma idea.

Kickstories: Jordan XX2

Las inspiraciones en la línea de las Air Jordan comenzaban a repetirse. Después de la V y la XV, la XX2 D´Wayne Edwards volvía a los aviones, y tocaba el F22 Raptor, como si el nombre fuera todo lo necesario para inspirar. Lo más visible es el camuflaje que estaba directamente inspirado en él. Siguiendo el estilo aéreo, la costura se basaba en las líneas del radar.

Repetíamos con el IPS y el sistema de amortiguación intercambiable, que esta vez era visible desde fuera, como es visible un piloto en la cabina del F22. Los dos pods eran Air y Zoom doble, por lo que podías elegir entre dos tipos de amortiguación bien distintos. Un hueco permitía que cualquiera pudiera ver la amortiguación que habías elegido. Por primera vez en algún tiempo, no había placa de fibra de carbono en la media suela sino una placa de uretano con un baño de titanio, algo que se hacía por primera vez en una zapatilla de baloncesto. El titanio, además, aparecía en los remates de los cordones. Otro clásico era el lace lock, la pieza que mantenía los cordones en su lugar y que vimos en algunas Jordan desde la V. (Foto de unds´ed)

En el corte superior, piel para la versión blanca y suede para la negra. Las primeras versiones tenían un velcro intercambiable que no gustó a Michael, por lo que se eliminó del resultado final. Como solía hacerse con zapatillas anteriores, hubo una versión extra, esta vez llamada PE, en la que podía verse parte de ese velcro. Otra novedad del corte superior fue el patrón de camuflaje reflectan en 3M, inspirado en dibujo del F22 y que apareció también en la línea textil para intentar convertirse en «un nuevo elephant print». La costura en «Z» imitaba la gráfica de un radar.
La suela exterior, traslúcida, dejaba ver el brillo del titanio que bañaba la placa. El revestimiento de titanio fue la mayor innovación a nivel visual, pero el detalle más empollón venía dado por el número atómico del titanio: 22.
Tuvo versión 5/8 (algo más alta que una low al uso) con puntera en patent leather y versiones especiales para ciudades y un paco Alpha-Omega que le relacionaba con la primera Jordan. Quizás la más extraña de todas las versión fue la que imitaba un balón de baloncesto» que Ray Allen llevó en el All Star.