En 2005 las Air Jordan cumplían 20 años en uno de sus peores momentos. Habían tenido tiempo para preparar la retirada de Michael Jordan, pero no habían sabido dar el paso definitivo. Habían sabido crear un marca alrededor de Michael, habían fichado estrellas de distintos deportes, pero las últimas Air Jordan habían pasado sin pena ni gloria. El aniversario debía llegar con algo grande y nada mejor que Tinker Hatfield para hacerlo.
La Air Jordan XX estrenaba nueva tecnología, IPS (Independent Podular Suspension). En algunos de sus diseños anteriores, Tinker había dibujado en la suela unas protuberancias circulares que recordaban al concepto Feet You Wear de adidas. En esta ocasión eran 20 pos, 10 en cada zapatilla, por lo que le alejaba mucho de su primera idea. Sin embargo, encajaba perfectamente en la celebración de los 20 años de Air Jordan. Este sistema de amortiguación se ha mantenido en las saga de Jordans para Chris Paul. En uno de esos detalles que esperamos de unas Jordan, cada uno de los 20 pods estaba decorado con la imagen de una Air Jordan.
La puntera estaba claramente inspirada por la pasión de Michael, el motociclismo. El equipo de Superbikes de Jordan, además, tomó prestado algunos elementos del diseño de la Air Jordan XX para sus motos, en un extraño caso de cruce de inspiraciones.
Otra de las constantes de Hatfield en los últimos tiempos es la posibilidad de personalización. En este caso, lo hacía en el tobillo, donde un collar podía engancharse a la lengüeta para dar un ajuste de zapatilla high o dejarlo libre para convertirla en una low. A pesar de ser «convertible» oficialmente era la versión «high» ya que sin ese ajuste el collarín carecía de sentido. Los cordones estaban escondidos tras un gigantesco velcro que le acercaba mucho a las motos. Sobre él, Mark Smith ponía a prueba una de sus creaciones. Aunque trabajaba mano a mano con Hatfield desde la Air Jordan X (la suela es obra suya) fue con la XX cuando se dio a conocer la importancia de su trabajo. Grabado en láser, una serie de logotipos repasaban la historia de Jordan, su familia, entrenadores y momentos más brillantes. Mark Smith y Tinker Hatfield lo habían visto en las trompetas que David Monette había creado para Wynton Marsalis. Para cerrar el círculo de referencias, Spike Lee utilizaría a Wynton en «When the leves broke», mientras que su hermano Branford apareció en «School Daze» y «Mo´Better Blues»).
Entre los símbolos que decoraban la zapatilla, aparecían:
Un Chevrolet Monte Carlo de 1976, con la silueta de Michael sentado detrás.
Una caja de herramientas en homenaje a su padre.
La leyenda «44DT» por el ídolo de Jordan, el «Tar Heel» David Thompson. Un fantástico anotador y matador que tuvo su propia marca años antes que Jordan.
Un logotipo formado por las cifras 97 y 38 a los lados de una cara, recordando el llamado «Flu Game», el partido de 1997 en el que Jordan llegó a los 38 puntos con fiebre.
Una caja con «AJ 3», por aquella zapatilla mítica.
Las iniciales «TH» por Tinker Hatfield.
Una mano con seis dedos, por los seis anillos.
Un anillo rodeando un «6».
Spike Lee en el papel de Mars Blackmon.
Un silbato formado por las letras «CH», por «Coach Herring», el entrenador que rechazó a Michael en el instituto.
Una pantera negra. Su apodo en el instituto que inspiró, aún sin saberlo, las Jordan XIII.
Además, siluetas de cada una de las Air Jordan anteriores, partes de ellas (como la concha de la XIV) o cifras relacionadas con Michael como el 45, dorsal de su vuelta, «55» por los puntos que anotó en New York o sus 5 MVP.
Y en ese homenaje incluso aparecía el swoosh, el logotipo de Nike que no aparecía en una Jordan desde la separación de ambas marcas.
Estos gráficos aparecían en la campaña publicitaria, sobre la piel de Michael Jordan.
Ray Allen o Carmelo Anthony tuvieron personalizaciones, aunque solo salieron a la venta tres colores y tres más en versiones regionales. Hubo una versión low que, como en las Jordan más cercanas, pasó sin pena ni gloria, pero que mantenía las características técnicas de la versión high.